El miedo, a veces debilitante, a hablar en público, técnicamente llamado “glosofobia”, afecta a una gran parte de la población. Se conoce en las comunidades médicas como un tipo de ansiedad social, similar al “miedo escénico”. 

Cuando subes al podio, con las notas temblando en la mano y los pies moviéndose nerviosamente, parece que toda la información que conoces bien y que ensayaste y entregaste se ha ido volando con tu confianza. En ese momento, mirando a tu audiencia expectante, todo lo que realmente quieres hacer es huir.

Sin embargo, esta reacción es una respuesta al necesario “fenómeno de lucha o huida” de su cerebro, la respuesta fisiológica a una situación amenazante.

Para nuestros ancestros antiguos, la respuesta de lucha o huida se produjo a partir de un enfrentamiento con un mamut lanudo.

En presencia de esta amenaza, el cuerpo y la mente del cavernícola se estimularían para determinar si debía luchar contra la bestia o huir para salvar su vida.

El sistema límbico de nuestro cerebro regula esta respuesta de huida o lucha.

Aunque nuestros cerebros evolucionados son inteligentes, nuestro sistema límbico considera amenazas igualmente peligrosas no sólo a los mamuts lanudos, sino también a otros riesgos, como los callejones oscuros y hablar en público. 

Y así se activa la respuesta de la amígdala.

La Solución

Tu pánico a la exposición, a hablar en público, independientemente de cuánto tiempo has sufrido de él, a pesar de las limitaciones que haya causado en tu vida, tu miedo a hablar en público se puede superar para siempre. 

Debido a que el cerebro es como un ordenador, es posible "reprogramar" la experiencia interna de una persona. Y nuestra metodología es útil y eficaz en la obtención de un mayor control sobre el cerebro, cambiar las conexiones sinápticas establecidas y así, mejorar la vida de las personas.