Todos tenemos que lidiar con el rechazo.
Nuestro mayor problema no es que nos rechacen, sino que hacemos una montaña de arena de ello.
La mayoría de la gente tiene un miedo enorme del rechazo incluso cuando no han sido rechazadas en su vida. Simplemente pasan su tiempo pensando en lo mal que se sentirían si lo fueran.
El rechazo puede hacer daño, si.
Ha habido algunas investigaciones que sugieren que el cerebro se ve afectado de manera similar por el dolor físico y por el del rechazo.
Desde un punto de vista evolutivo, esto tiene sentido. Nuestra supervivencia en el día a día depende en cierta medida de nuestra capacidad de trabajar juntos en grupos sociales. Ser rechazado por esos grupos podría significar un desastre.
Podemos ser rechazados en muchas áreas, de un trabajo, de un grupo social o de una cita romántica. Ahora bien, aunque muchas personas se sienten decepcionadas cuando son rechazadas, el mayor problema es cuando la gente hace de esa decepción un gran problema.
Hoy en día, la capacidad de lidiar con el rechazo, de tolerarlo y de aprender de él es una habilidad de excepcional importancia.
Una sugerencia de por qué el rechazo duele tanto como lo hace es porque cuando somos rechazados, interpretamos que no somos lo suficientemente buenos. No somos lo suficientemente buenos para estar con una persona o en un grupo que queremos estar, convencer a una persona de nuestro valor o del valor de nuestro producto.
Experimentamos una evaluación negativa de nosotros mismos. Y entonces, nos damos cuenta que nuestros mayores temores son ciertos. La voz interior que te dice las cosas más terribles cuando estás en tu peor momento empieza a creerse correcta.
Y eso es lo de lo que tenemos terror.
Sin embargo, hay una manera diferente de pensar y lidiar con el rechazo.
El rechazo no es realmente algo acerca de ti. Se trata de la percepción de ti, de tu producto o servicio que la otra persona tiene en su cabecita. Su percepción se compone de una combinación de sus experiencias pasadas, de su comportamiento, de preferencias personales, de la vinculación emocional y, en la mayoría de las veces, de una exposición muy limitada de ti y de cómo te comunicas con ellos.
Voy a explicar estos puntos para que te queda una idea más clara para lidiar con el rechazo
La experiencia pasada de una persona podría hacer que desconfíe de alguien que le pide una cita o de cualquier vendedor en un contexto empresarial.
Pueden haber tenido una experiencia en el pasado en la que alguien los decepcionó y aprenden a jugar a lo seguro al decir que no. En términos de comportamiento aprendido, la gente a veces se encuentra sintiéndose más poderosa cuando tienen la capacidad de decir no. Esto los hace sentir más valiosos en sí mismos por eso que rechazan no hacia ti, sino porque lo que han aprendido les ayuda a sentirse mejor consigo mismos.
A veces, la preferencia personal es la cuestión. No les gusta la gente con el pelo marrón o no les gustan los hombres musculosos o los descapotables o la comida vegetariana o lo que sea que estés tratando de conseguir a que digan sí. El resultado de la conversación siempre va derivar en un no, y la única manera de cambiar es cambiar quien eres o de lo que estás hablando.
La vinculación emocional significa que, con el tiempo, han experimentado millones de momentos en su vida en que ciertas cosas han afectado a sus sentimientos y se han asociado con esos sentimientos.
Por ejemplo, en una relación con el paso del tiempo, han estado expuestos a sus propios sentimientos en varios puntos de la relación así que a veces, van a desenamorarse debido a que la asociación negativa hacia la otra persona superó a la positiva.
Esto no es necesariamente culpa de la otra persona. Es un defecto común de ambas partes y es sólo la forma en que las cosas van a veces.
A la gente no le deja su pareja porque no son lo suficientemente buenos para ella. Les dejan porque su pareja ya no siente los mismos sentimientos que les despertó el deseo de permanecer juntos.
Se trata de un coctel de químicos donde se han relacionado con los sentimientos de la otra persona y sus preferencias.
La mayoría de las veces, el rechazo no sucede con la gente que has conocido durante años o te has comunicado durante años. Sucede después de conocer a una persona un número muy limitado de veces.
Podría ser que te rechacen al colgarte el teléfono, con un NO al querer pasar de la puerta o un no a una presentación de tu negocio para invertir en él.
De todos modos, a pesar de todo lo mencionado, esto a menudo significa que la otra persona no tiene la suficiente información en su cabeza para decirte que sí.
Alguien que te dice que no a una cita se puede basar en tu foto en una red social o de la vida real. Nunca es acerca de tu valor como persona. Es acerca de la percepción que tiene de ti.
Cuando alguien te dice que no a una impresora que estás tratando de vender, puede ser que no vean el valor de la impresora. Eso no significa que el valor no esté allí. Es sólo que todavía no han escuchado lo que necesitan escuchar.
Lo que esto significa es que para conseguir que la gente te diga que sí a ti, o a tu producto o servicio, es necesario aprender a prestar más atención a los demás. El rechazo es una señal de que necesitas estudiarlos un poco más.
Comprender a los demás, escucharlos y centrarte en ellos.
Ya sabes que el rechazo se lleva a cabo en su cabeza no en la tuya. Simplemente obtén más información de ellos. Una vez que lo hagas, el siguiente paso es utilizarla para comunicar mejor el mensaje.
Cuatro maneras de lidiar con el rechazo (con tu miedo hacia él)
- Date cuenta de que no es un rechazo hacía ti, sino de lo que la otra persona piensa que no necesita o quiere en ese momento.
- Practica obtener un montón de rechazos y hazlo de modo que ya no te moleste más. Recuerda, por lo general es lo que está pasando en la cabecita de la otra persona en ese momento. Y si es desagradable agradece que no tengas que pasar más tiempo con ella.
- Si no obtienes el resultado que deseas, en vez de preguntarte por qué, pregúntate de inmediato: "¿Qué debo hacer de manera diferente para obtener un resultado exitoso la próxima vez?" Simplemente no tiene sentido pensar de otra manera.
- Deja de hacer imágenes dentro de tu cabeza de lo que la otra persona está pensando y deja de imaginarte a ti mismo siendo rechazado. ¿Cómo? Imagínate estas imágenes pequeñas, lejanas y en blanco y negro, y reemplázalas con imágenes grandes, brillantes, coloridas y en primer plano siendo aceptado.
Ahora, a veces los otros factores que he mencionado podrían significar que la respuesta siempre será no, pero la clave aquí es recordar que no se trata de ti. Se trata de las percepciones de los demás.
Estúdialos y te convertirás en una persona con mejores habilidades para lidiar con el rechazo y para responder a las críticas de la misma manera que los mejores. Las personas con más éxito en el planeta lo hacen.
Aprenderás, seguirás adelante y ganarás la próxima vez.
Imagen cortesia de http://gratisography.com