La mayoría de nosotros somos esclavos del hábito y de la familiaridad. Nuestro entorno actual es un símbolo de nuestros pensamientos actuales. Y también la mayoría de las personas piensan que es absolutamente imposible cambiar un hábito.
Frases como “he nacido así. “ “me parezco a mi padre» etc… las inmovilizan y, por tanto, ni siquiera se preocupan de intentarlo.
No nacemos con una determinada carga genética que nos predisponga a adoptar determinadas conductas o hábitos. Los hábitos se desarrollan a base a ponerlos en práctica durante mucho tiempo y en donde en un primer momento tuvieron un beneficio positivo para nosotros.
Cambiar Un Hábito. Aspectos Fundamentales En El Mantenimiento de un Hábito
Algunas investigaciones sugieren que se tarda 21 días para cambiar un hábito. Otros, como yo y el experto en PNL e hipnosis Paul McKenna, con el que tuve el privilegio de asistir a sus entrenamientos, creemos que podemos cambiar un hábito en tan sólo 7 días. En cualquier caso, a menudo se establecen buenas intenciones para cambiarlos, pero se renuncia en un plazo muy corto de tiempo. Esto se debe a que no entendemos cómo se forma un hábito y no se tienen las herramientas adecuadas para cambiarlo.
Es como tratar de reparar una lavadora rota con un pincel. Puedes tener toda la fuerza de la voluntad del mundo, pero lo más probable es que la lavadora siga estropeada. Se necesita el enfoque correcto.
En primer lugar, los hábitos son inconscientes. Se aprenden con las acciones que hemos llevado a cabo muchas veces y que se convierten en un sistema automático que no requiere pensamiento consciente y es por esto que se hace tan difícil de detenerlos. Para cambiar un hábito y hacer que dure, es muy importante hacerlo consciente. Tienes que poner en tu conocimiento y ser consciente de, no sólo cuando lo haces, sino cómo lo estás haciendo.
Para cambiar un hábito siendo consciente de cada detalle enfoca tu energía en gran medida.
Hay una razón por qué tu subconsciente quiera continuar con el hábito y eso es porque hay alguna recompensa involucrada. ¿Te relajas? ¿Te hace sentir poderoso? ¿Darte el espacio que necesitas? Tómate tu tiempo para realmente descubrir qué es lo que estás recibiendo de tu hábito.
Antes de que el cambio pueda establecerse es necesario que haya un deseo de cambio. Una decisión y un compromiso para hacer algo al respecto, y a partir de ahí se trata simplemente de una cuestión de desarrollar un nuevo hábito, habituarse a cambiar, a ser flexible. Un cambio de imagen completo de estilo de vida se puede lograr en un período de tiempo relativamente corto sin el trauma de golpearse en la cabeza con un martillo para salir de tus actuales circunstancias. El hábito es una manifestación física de una estrategia que desarrollas en tu mente.
Nuevos Momentos para Nuevos Hábitos
Uno de los mejores momentos para iniciar un cambio de hábito es a primera hora de la mañana. Comprométete a hacer al menos un pequeño cambio cada día y que no tiene por qué ser el mismo. Prueba a activar la alarma adelantándola o atrasándola 10 minutos. En otras palabras levántate a una hora diferente mañana por la mañana.
Probablemente, nadie se dará cuenta.
En lugar de ir directamente al baño trata de caminar a través de la cocina por primera vez. Si cepillarse los dientes es uno de los primeros rituales que haces, cambia la marca de pasta de dientes que utilizas.
Trata de salir de tu casa 15 minutos antes hacia el trabajo una mañana o tomar una ruta diferente; verás a mucha gente y cosas diferentes. Cuando vayas al centro comercial o a comprar a tu tienda habitual, ve por un camino diferente o toma cualquier rodeo; descubrirás cosas nuevas y tal vez puedas conocer a alguien nuevo, o te reencuentres con alguien que ya conoces.
Lo que quiero tratar de transmitirte es que hagas pequeños cambios sutiles que no alteren tu vida o la vida de las personas que te rodean. Haz de esto tu prioridad cada día: hacer algo diferente.
Lo que vas a empezar a notar es cómo las cosas comienzan a cambiar a tu alrededor y cómo la gente comenzará a recibir un trato diferente. Van a evolucionar a la misma velocidad que tú. Se notará un cambio en ti y querrán saber qué es.
Enseñarás a tu mente a ser flexible.
Cambiar Un Hábito en 2 Etapas:
Primera etapa:
- La próxima vez que sientas la necesidad de hacer X haz una pausa y toma conciencia de dónde estás y con quién estás (Puede ser una persona o un lugar o situación que provoca el hábito).
- Presta atención a tus sentimientos, ¿son negativos o positivos?
- Ten en cuenta si caes en el hábito cuando estás feliz o triste, por ejemplo.
- Nota cualquier diálogo interno o los mensajes que te estás enviando (Estos pueden haber sido programados desde la infancia, por ejemplo, «Limpia tu plato» o «me lo merezco» puede conducir a comer en exceso. «¡Date prisa» «Nunca estás a tiempo» puede conducir a la desorganización y por lo tanto llegar tarde).
Segunda Etapa:
Ahora que eres consciente de lo que «presiona el botón del hábito», es el momento para presionar un nuevo botón para cambiar un hábito. Recuerda que no naciste con tu hábito, lo aprendiste, por lo tanto también lo puedes desaprender.
- Pregúntate si estás dispuesto a ser responsable de cambiar tu hábito no deseado ¿Sí o No?
- Recuerda que has practicado tu hábito no deseado por mucho tiempo y ahora es el momento de parar y llegar a desarrollar otra cosa diferente.
- Las creencias son a menudo profecías autocumplidas, por lo que piensa, imagina y actúa positivamente de que puedes lograr cambiar y superar un viejo hábito por uno nuevo y más útil.
- Recuerda que obtienes aquello en lo que te enfocas. Si te enfocas en lo duro y difícil que es cambiar un hábito entonces eso es exactamente cómo va a ser. Enfoca tu mente en la facilidad del proceso del nuevo aprendizaje.
- La mejor manera de cambiar un hábito es imaginarte primero a ti mismo habiéndolo conquistado.
Tómate el tiempo necesario para visualizar tu nuevo hábito desarrollando el proceso de forma divertida y agradable, piensa en que recursos necesitas para desarrollar de manera efectiva la nueva conducta e imagina tener el control total de tu comportamiento.
- Cuando hayas visualizado el nuevo hábito y estés satisfecho con tu nuevo comportamiento, repite el proceso varias veces para que tu mente instale esa nueva conducta y empieces a actuar de verdad.
Por último, sé amable contigo mismo. A veces se puede cambiar un hábito de la noche a la mañana, a veces puede tomar algo de más práctica, por lo que «piensa en positivo» y rompe ese hábito que no te está ayudando a ser quien quieres ser.
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